Aquí tenemos a quienes iniciamos la salida aunque,
como veremos, no todos la terminamos
Trayecto 169
17-01-2016
17-01-2016
El Puerto de Gallifa
(por Sant Llorenç Savall y regreso por Sabadell)
Duración: desde las 8:00 a las 13:30 horas
Tiempo de pedaleo: 4:38:42 horas
Climatología: despejado; mucho frío
Terreno: asfalto 100%: en buenas condiciones
Distancia: 114,25 km a una media de 24,5 km/h
Altitud acumulada: 1.344,60 m
Grupo:
Salida en compañía del grupo
de carretera de Sprint Bike
Crónica:
Impresionante salida la que hemos protagonizado hoy en compañía del C.C. Sprint Bike; queda ya muy poco para que comience la temporada de carretera en nuestro querido club, y por eso es ahora, aprovechando que la mayoría de la gente continúa metida en la base, cuando podemos tener el lujo de seguir preparando este tipo de salidas, sin puntos en juego y sin grandes pretensiones, a sabiendas además de que no habrá nadie que intente clavarnos un cuchillo por la espalda; ya llegará ese momento, ya ... jajaja; lo que ocurre es que si alguien ha pensado que salimos a verlas venir, está muy equivocado; y si no, que se lo pregunten a Guillem, un nuevo amigo que hoy nos ha acompañado por primera vez y que nos ha hecho una clara demostración de lo que ya sabíamos: que en el ciclismo sí que importa el peso; hoy daba gusto verlo pedalear cuando la carretera se empinaba, prácticamente flotando en el aire y sin muestra alguna de cansancio; ¡qué envidia!, sana ... por supuesto; no sé si aún tendrá tiempo de inscribirse como socio en nuestro club para poder disputar los puntos en las salidas, aunque si así fuera, seguro que cada semana se llevaría un saco lleno; de eso no tengo dudas; pues nada, dicho lo dicho, comencemos ya con nuestra crónica.
Finalmente, a instancia de un servidor, hemos realizado esta bonita etapa cuyo punto álgido lo constituye el precioso Puerto de Gallifa, que un servidor realizó por primera vez el día 14-02-2015; ésta no era la única opción, ya que durante la semana habíamos barajado la posibilidad de realizar otra etapa no menos impresionante, o puede que más, como es la salida al Castell de Claramunt regresando por el puerto de El Bruc, que un servidor tuvo la suerte de realizar junto con mi buen amigo El Hierro el día 18-10-2014; la dejaremos pues para mejor ocasión y centrémonos en la de hoy.
A las 8:00 horas de la mañana, como estaba mandado, aunque en esta ocasión con un frío de espanto, nos hemos presentado en el lugar de costumbre un buen puñado de carreteros con nuestras mejores intenciones, pese a que algunos no han querido hacer una excepción y desde allí mismo se han desplazado al río para continuar con la base sin sobrepasar los niveles aeróbicos de su fc máxima; los demás nos hemos lanzado al ruedo con ganas de pasarlo bien, cosa que hemos logrado con creces; ¿todos?; bueno ... todos no; justo al empezar hemos tenido que presenciar atónitos como una simple bolsa de plástico, de color verde para más señas, jeje, echaba al traste la salida de nuestro buen amigo Juanjo; estábamos aún en el polígono de El Pla cuando nos hemos aproximado a la bolsa, que se movía de un sitio a otro, agazapada, aguardando a su presa; creo recordar que alguien ha advertido de su presencia, tal y como siempre hacemos cuando algo se interpone en nuestro trayecto, aunque, parece ser, que a Juanjo no le ha dado tiempo a rectificar su trayectoria y, tal y como hubiéramos hecho cualquiera de nosotros, ha pasado por encima de la bolsa, aunque en esta ocasión con tanta mala suerte que la hija de _uta se ha quedado trababa entre la cadena y las rulinas del cambio trasero, produciendo con el pedaleo la rotura de la patilla; ver para creer; Pai enseguida lo ha visto claro y por eso en cuanto Juanjo ha puesto el pie en el suelo le ha descrito perfectamente la situación, sabiendo de antemano que nada se podía hacer ya; dit i fet; Juanjo no ha tenido más remedio que dar por finalizada la etapa y volverse a la cama llevándose, eso sí, la maldita bolsa como recuerdo.
La famosa bolsa de color verde que se ha cargado
la patilla del cambio trasero de la bici de Juanjo
Los demás hemos continuado con la vista clavada ya en el puerto de Gallifa, que prácticamente ninguno de mis ilustres colegas conocía; la temperatura en muchos momentos ha bajado de los -3ºC, lo que hemos combatido, por supuesto sin queja alguna ya que por algo somos carreteros, jeje, poniendo un ritmo alegre, lo cual nos ha permitido llegar a Rubí en un santiamén, en donde Pol y Pai nos han dejado; el primero para poner rumbo a la autovía para continuar con la dichosa base y el segundo para atender asuntos familiares; los que hemos quedado hemos seguido con el plan previsto, continuando por la pestosa carretera de Caldas, siempre con una clara tendencia ascendente, hasta llegar a Terrassa, en donde, tras poner rumbo a Castellar del Vallés, las cosas han cambiado diametralmente cuando hemos tomado una preciosa y típica carretera de montaña, ahora ya sin mucho tráfico y con mejores vistas, llena de ciclistas y, por raro que parezca, desconocida por la mayoría de mis acompañantes; prácticamente aquí ha empezado la etapa propiamente dicha; hemos imprimido un fuerte ritmo, disfrutando todo lo que hemos podido, con constantes subidas y bajadas; nuestra diversión ya no iba a decaer ni un momento, ya que tras llegar a Castellar del Vallés, nos hemos dirigido por otra no menos impresionante carretera hasta Sant Llorenç Savall, aunque en esta ocasión con tendencia claramente ascendente; nos ha dado igual; desde luego no éramos los únicos ciclistas que estábamos disfrutando de esta preciosa carretera; en un momento dado hemos pasado a un compañero peruano al que le faltaba una pierna, acompañado de un gran número de ciclistas, aunque por lo visto iba reservándose, ya que al cabo de poco nos ha vuelto a pasar en plena ascensión con una fuerza descomunal que yo particularmente no había visto hasta ahora; Guillem y un servidor, que en esos momentos íbamos abriendo nuestro grupo, no hemos tenido más remedio que rendirnos ante la evidencia manteniéndonos tras él con respeto durante un buen rato, a poca distancia eso sí, hasta llegar a Sant Llorenç Savall, en donde hemos vuelto a coincidir; me he quedado con las ganas de pedirle que se hiciera una foto con todos nosotros, aunque luego lo he pensado mejor y he preferido no decirle nada por temor a que pudiera herir su sensibilidad, ya que su merma no le hacía inferior a nadie, cuanto menos en nuestro mundo; desde aquí, eso sí, exteriorizo mi más sincera admiración por él; en Sant Llorenç Savall hemos establecido nuestra primera parada técnica, aprovechando para comer, beber y aliviar algunas vejigas; cuando ha llegado la hora de hacernos la foto, nos hemos dado cuenta de que nos habíamos quedado solos, y eso que unos minutos antes el sitio en el que estábamos era un hervidero de ciclistas; la suerte es que ha llegado un coche patrulla y uno de los policías locales nos ha hecho la foto; nosotros somos así, aunque éste no iba ser el único encuentro con agentes de la autoridad; por iniciativa de Miguel nos hemos parado en esta misma localidad para tomarnos un café ... al sol, lo cual hemos agradecido, a pesar de que finalmente se nos hayan enfriado algo los músculos.
En Sant Llorenç Savall, lugar en donde hemos
aprovechado para tomarnos un café
Desde Sant Llorenç Savall nos hemos dirigido ya, directamente y sin perder más tiempo, hasta nuestro precioso destino en esta salida: el puerto de Gallifa, por una carretera de ensueño enclavada en un paisaje alucinante; es imposible que podamos pedir algo más; la hemos disfrutado como auténticos posesos, en un ambiente ciclista fenomenal; delante, abriendo camino, íbamos Guillem, Lobato y un servidor; de vez en cuando me giraba para ver a mis dos ilustres acompañantes y observaba encantado cómo sus semblantes iban experimentando progresivamente una deliciosa metamorfosis al sentirse en el mismísimo Cielo; iban gimiendo de placer y chorreándoseles la baba de felicidad, sin poder evitar soltar de vez en cuando algún que otro alarido descontrolado ante tanta dicha; desde luego no era para menos; esa misma sensación la tuvo un servidor cuando vine por aquí la primera vez; tras estos kilómetros de ensueño hemos llegado a Sant Feliu de Codina, en donde nos ha parado una simpática agente de la policía local que estaba controlando el tráfico ante la caravana de animales conmemorativa del día de San Antón, lo que hemos aprovechado para reagruparnos, prosiguiendo al cabo de unos minutos la marcha con dirección a Caldas de Montbui, tras darnos paso gentilmente otra amable agente de la policía local, en una buena carretera por la que hemos alcanzado altísimas velocidades, dirigiéndonos luego hasta Sentmenat; aquí ha sido en donde, por iniciativa de Lobato, hemos introducido una variación respecto a la salida realizada por un servidor el día 14-02-2015; si en aquella ocasión volvimos nuevamente a Castellar del Vallés, regresando ya a casa por el mismo camino que en la ida, hoy hemos dado un bonito rodeo por Sabadell, tomando la antigua carretera de Caldas; desde luego ha valido la pena y seguro que a partir de ahora éste será nuestro itinerario; tras cruzar Sabadell hemos llegado a Sant Quirze del Vallés y posteriormente a Rubí, regresando ya a casa sin incidencias de ningún tipo, por el mismo camino de la ida, con lo cual hemos puesto fin a esta preciosa salida que espero podamos repetir en el futuro.
Datos técnicos:
Finalmente, a instancia de un servidor, hemos realizado esta bonita etapa cuyo punto álgido lo constituye el precioso Puerto de Gallifa, que un servidor realizó por primera vez el día 14-02-2015; ésta no era la única opción, ya que durante la semana habíamos barajado la posibilidad de realizar otra etapa no menos impresionante, o puede que más, como es la salida al Castell de Claramunt regresando por el puerto de El Bruc, que un servidor tuvo la suerte de realizar junto con mi buen amigo El Hierro el día 18-10-2014; la dejaremos pues para mejor ocasión y centrémonos en la de hoy.
A las 8:00 horas de la mañana, como estaba mandado, aunque en esta ocasión con un frío de espanto, nos hemos presentado en el lugar de costumbre un buen puñado de carreteros con nuestras mejores intenciones, pese a que algunos no han querido hacer una excepción y desde allí mismo se han desplazado al río para continuar con la base sin sobrepasar los niveles aeróbicos de su fc máxima; los demás nos hemos lanzado al ruedo con ganas de pasarlo bien, cosa que hemos logrado con creces; ¿todos?; bueno ... todos no; justo al empezar hemos tenido que presenciar atónitos como una simple bolsa de plástico, de color verde para más señas, jeje, echaba al traste la salida de nuestro buen amigo Juanjo; estábamos aún en el polígono de El Pla cuando nos hemos aproximado a la bolsa, que se movía de un sitio a otro, agazapada, aguardando a su presa; creo recordar que alguien ha advertido de su presencia, tal y como siempre hacemos cuando algo se interpone en nuestro trayecto, aunque, parece ser, que a Juanjo no le ha dado tiempo a rectificar su trayectoria y, tal y como hubiéramos hecho cualquiera de nosotros, ha pasado por encima de la bolsa, aunque en esta ocasión con tanta mala suerte que la hija de _uta se ha quedado trababa entre la cadena y las rulinas del cambio trasero, produciendo con el pedaleo la rotura de la patilla; ver para creer; Pai enseguida lo ha visto claro y por eso en cuanto Juanjo ha puesto el pie en el suelo le ha descrito perfectamente la situación, sabiendo de antemano que nada se podía hacer ya; dit i fet; Juanjo no ha tenido más remedio que dar por finalizada la etapa y volverse a la cama llevándose, eso sí, la maldita bolsa como recuerdo.
La famosa bolsa de color verde que se ha cargado
la patilla del cambio trasero de la bici de Juanjo
Los demás hemos continuado con la vista clavada ya en el puerto de Gallifa, que prácticamente ninguno de mis ilustres colegas conocía; la temperatura en muchos momentos ha bajado de los -3ºC, lo que hemos combatido, por supuesto sin queja alguna ya que por algo somos carreteros, jeje, poniendo un ritmo alegre, lo cual nos ha permitido llegar a Rubí en un santiamén, en donde Pol y Pai nos han dejado; el primero para poner rumbo a la autovía para continuar con la dichosa base y el segundo para atender asuntos familiares; los que hemos quedado hemos seguido con el plan previsto, continuando por la pestosa carretera de Caldas, siempre con una clara tendencia ascendente, hasta llegar a Terrassa, en donde, tras poner rumbo a Castellar del Vallés, las cosas han cambiado diametralmente cuando hemos tomado una preciosa y típica carretera de montaña, ahora ya sin mucho tráfico y con mejores vistas, llena de ciclistas y, por raro que parezca, desconocida por la mayoría de mis acompañantes; prácticamente aquí ha empezado la etapa propiamente dicha; hemos imprimido un fuerte ritmo, disfrutando todo lo que hemos podido, con constantes subidas y bajadas; nuestra diversión ya no iba a decaer ni un momento, ya que tras llegar a Castellar del Vallés, nos hemos dirigido por otra no menos impresionante carretera hasta Sant Llorenç Savall, aunque en esta ocasión con tendencia claramente ascendente; nos ha dado igual; desde luego no éramos los únicos ciclistas que estábamos disfrutando de esta preciosa carretera; en un momento dado hemos pasado a un compañero peruano al que le faltaba una pierna, acompañado de un gran número de ciclistas, aunque por lo visto iba reservándose, ya que al cabo de poco nos ha vuelto a pasar en plena ascensión con una fuerza descomunal que yo particularmente no había visto hasta ahora; Guillem y un servidor, que en esos momentos íbamos abriendo nuestro grupo, no hemos tenido más remedio que rendirnos ante la evidencia manteniéndonos tras él con respeto durante un buen rato, a poca distancia eso sí, hasta llegar a Sant Llorenç Savall, en donde hemos vuelto a coincidir; me he quedado con las ganas de pedirle que se hiciera una foto con todos nosotros, aunque luego lo he pensado mejor y he preferido no decirle nada por temor a que pudiera herir su sensibilidad, ya que su merma no le hacía inferior a nadie, cuanto menos en nuestro mundo; desde aquí, eso sí, exteriorizo mi más sincera admiración por él; en Sant Llorenç Savall hemos establecido nuestra primera parada técnica, aprovechando para comer, beber y aliviar algunas vejigas; cuando ha llegado la hora de hacernos la foto, nos hemos dado cuenta de que nos habíamos quedado solos, y eso que unos minutos antes el sitio en el que estábamos era un hervidero de ciclistas; la suerte es que ha llegado un coche patrulla y uno de los policías locales nos ha hecho la foto; nosotros somos así, aunque éste no iba ser el único encuentro con agentes de la autoridad; por iniciativa de Miguel nos hemos parado en esta misma localidad para tomarnos un café ... al sol, lo cual hemos agradecido, a pesar de que finalmente se nos hayan enfriado algo los músculos.
En Sant Llorenç Savall, lugar en donde hemos
aprovechado para tomarnos un café
Desde Sant Llorenç Savall nos hemos dirigido ya, directamente y sin perder más tiempo, hasta nuestro precioso destino en esta salida: el puerto de Gallifa, por una carretera de ensueño enclavada en un paisaje alucinante; es imposible que podamos pedir algo más; la hemos disfrutado como auténticos posesos, en un ambiente ciclista fenomenal; delante, abriendo camino, íbamos Guillem, Lobato y un servidor; de vez en cuando me giraba para ver a mis dos ilustres acompañantes y observaba encantado cómo sus semblantes iban experimentando progresivamente una deliciosa metamorfosis al sentirse en el mismísimo Cielo; iban gimiendo de placer y chorreándoseles la baba de felicidad, sin poder evitar soltar de vez en cuando algún que otro alarido descontrolado ante tanta dicha; desde luego no era para menos; esa misma sensación la tuvo un servidor cuando vine por aquí la primera vez; tras estos kilómetros de ensueño hemos llegado a Sant Feliu de Codina, en donde nos ha parado una simpática agente de la policía local que estaba controlando el tráfico ante la caravana de animales conmemorativa del día de San Antón, lo que hemos aprovechado para reagruparnos, prosiguiendo al cabo de unos minutos la marcha con dirección a Caldas de Montbui, tras darnos paso gentilmente otra amable agente de la policía local, en una buena carretera por la que hemos alcanzado altísimas velocidades, dirigiéndonos luego hasta Sentmenat; aquí ha sido en donde, por iniciativa de Lobato, hemos introducido una variación respecto a la salida realizada por un servidor el día 14-02-2015; si en aquella ocasión volvimos nuevamente a Castellar del Vallés, regresando ya a casa por el mismo camino que en la ida, hoy hemos dado un bonito rodeo por Sabadell, tomando la antigua carretera de Caldas; desde luego ha valido la pena y seguro que a partir de ahora éste será nuestro itinerario; tras cruzar Sabadell hemos llegado a Sant Quirze del Vallés y posteriormente a Rubí, regresando ya a casa sin incidencias de ningún tipo, por el mismo camino de la ida, con lo cual hemos puesto fin a esta preciosa salida que espero podamos repetir en el futuro.
Datos técnicos:
Impresionante la salida que hemos disfrutado hoy; la hemos empezado desde Sant Feliu de Llobregat, dirigiéndonos desde allí a Terrassa por la antigua carretera de Caldas, la C1413, pasando previamente por Molins der Rei, El Papiol y Rubí; desde Terrassa nos hemos dirigido hacia Castellar del Vallés por la preciosa carretera C1418, con una clara tendencia descendente, aunque con algún que otro repecho; desde Castellar del Vallés nos hemos dirigido a Sant Llorenç Savall por la bonita, aunque pestosa, carretera B124, en este caso con clara tendencia ascendente; en Sant Llorenç Savall nos hemos desviado hacia el destino principal de la salida: Gallifa, por una carretera, la BP1241, de ensueño, en un paisaje espectacular; se trata de un tramo de unos 4-5 kilómetros de ligera sabida que en ningún momento se atraganta del todo; después nos dirigiremos hacia Sant Feliu de Codina, ahora ya bajando por esta misma carretera, aunque con algunos repechos de cierta consideración, enlazando con la B143 que nos llevará hasta Caldas de Montbui, en cuya localidad pondremos rumbo a Sentemenat por la carretera C1415; en esta localidad tomaremos nuevamente la carretera de Caldas, la C1413, para dirigirnos hacia Sabadell, que cruzaremos, y por la cual continuaremos hasta llegar a Rubí tras pasar por Sant Quirze del Vallés; desde Rubí continuaremos ya por el mismo camino de la ida, llegando a nuestro lugar de partida, poniendo fin a esta salida.
La etapa no reviste en sí grandes dificultades; lo más duro, por decir algo, sería el itinerario entre Castellar del Vallés y Sant Llorenç Savalls, así como entre esta localidad y Gallifa, sin olvidar algún que otro repecho antes de llegar a Sabadell por la C1413; poca cosa más.
El itinerario de la etapa
El track en Wikiloc
La orografía de la etapa
La etapa no reviste en sí grandes dificultades; lo más duro, por decir algo, sería el itinerario entre Castellar del Vallés y Sant Llorenç Savalls, así como entre esta localidad y Gallifa, sin olvidar algún que otro repecho antes de llegar a Sabadell por la C1413; poca cosa más.
El itinerario de la etapa
El track en Wikiloc
Buena ruta sigue disfrutando Salva.
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