Miguel (ón) y un servidor en el mirador del Puigventós
Trayecto 127
28-06-2014
"Molins-Montserrat-Molins"
(itinerario de la Travessa Sant Joan Despí-Montserrat de 2010, regresando por carretera)
Duración: desde las 6:15 a las 14:30 horas
Climatología: cielo algo tapado; calor; humedad
Terreno: seco; en perfectas condiciones
Distancia: 102,94 km a una media de 16,4 km/h
Altitud acumulada: 2.040,03 m
Grupo:
Miguel (ón) y un servidor
Crónica:
Esta era la salida que Miguel (ón) y yo habíamos previsto para mañana-domingo; lo habíamos hablado durante la semana y un servidor, conociendo la dureza de la misma, había decidido no decir nada hasta bien avanzada la semana para que la gente no supiera muy bien en donde se estaban metiendo; en el comunicado vía "guasa" tan solo pusimos como requisito imprescindible para participar que se hubiera hecho testamento; para por si acaso; jeje; tan solo Natasha mostró su conformidad sin saber de qué se trataba; el resto de la gente, temiendo una encerrona, no decían ni pío; cuando a mediados de la semana desvelamos ya el recorrido, el que más y el que menos salió por peteneras, buscando mil y una excusas para no venir, por lo que no tuvimos otra solución que suspender la etapa hasta nueva orden; jeje; pero la cosa no iba a quedar así; si no se podía hacer el domingo, ¿qué nos impedía hacerla el sábado?; a finales de la semana envié otra "guasa" anunciando mi intención de realizarla el sábado, incluso en solitario, por si alguno quería apuntarse, y sabiendo de antemano que Miguel (ón) no dejaría pasar la oportunidad dado su fenomenal estado de forma y sus ansias por salir; y efectivamente así ha sido; quedamos en salir a las 6:00 de la mañana del sábado para aprovechar la fresca, aunque finalmente hemos tenido que salir quince minutos más tarde al habérsele pegado las sábanas a nuestro amigo; jeje; daba igual, aunque eso significaba que deberíamos apretar un poco más; ¡vaya tela!; hemos impuesto un ritmo alegre, aunque al mismo tiempo conscientes de que debíamos reservarnos, ya que conocíamos que la clave para poder realizar esta dura salida sin contratiempos era llegar a Monistrol enteros; lo que ocurre es que la salida hasta llegar a Monistrol es dura; es muy dura.
El itinerario ha coincidido con el recorrido de la Travessa Sant Joan Despí-Montserrat de 2010; nuestra primera dificultad se ha presentado al llegar a la zona del Pla del Canyet en Sant Andreu de la Barca, en donde hemos tenido que superar la primera dificultad de la jornada: una rampa de consideración que nos ha reanimado antes de llegar al Polígono Industrial de Santa Rita en Castellbisbal; tras pasar por aquí, nos hemos enfrentado a la tremebunda rampa de gravilla de Can Galí, hoy especialmente dura al encontrarse más blanda que de costumbre, lo que nos ha obligado a bajarnos de la bici, ya que era totalmente imposible ir encima; enseguida hemos llegado a Castellbisbal sabiendo que al poco tiempo deberíamos enfrentarnos con la descomunal rampa que conocemos como La Pista; nos daba un poco de miedo ya que no sabíamos en qué condiciones se encontraría, aunque cuando hemos llegado, tras cruzar el Torrent de Pegueres, enseguida nos hemos percatado de que se encontraba en unas condiciones inmejorables; hemos subido sin grandes agobios, pese a su impresionante dureza, con porcentajes superiores al 20%; eso nos ha dado paso para alcanzar la urbanización de Can Santeugini, llegando a la conocida carretera de las _utas; hemos continuado por ella durante unos minutos evitando dar el rodeo por la zona de Can Nicolau, en donde debíamos pasar por algunas masías cuyos accesos presumiblemente estarían cortados, además de contar con perros guardianes; por eso hemos continuado brevemente por la propia carretera hasta desviarnos poco más tarde con rumbo a Ullastrell por la bonita zona de la Sierra de l'Ametller; aquí hemos tenido algunas dificultades debido a que nos hemos encontrado con una puerta cerrada que nos impedía el paso, por lo que hemos tenido que dar un rodeo campo a través, perdiendo un tiempo precioso; tras pasar por las inmediaciones de Ullastrell, hemos llegado a otra zona que también nos preocupaba, la Riera del Molí, ya que no sabíamos si tras las últimas lluvias podríamos pasar por allí; pero sí, el terreno era ciclable; tras cruzar la riera, enseguida hemos tenido que sortear como hemos podido las durísimas rampas que nos han ido acercando, poco a poco, a nuestro principal destino en esta primera fase: el Puigventós; antes de eso hemos cruzado las urbanizaciones de Oasi y Ribes Blaves, llegando a la carretera de Olesa, la B120, que hemos cruzado para comenzar a subir las primeras rampas del Puigventós; pese a su extrema dureza, las hemos superado sin grandes agobios, evitando el rodeo que nos hicieron dar en la Travessa de 2012 al bordear la montaña por la zona no ciclable que transcurre cerca de la ermita de Sant Pere Sacarma; en esta ocasión, como ya estaba previsto, hemos girado a la izquierda para dirigirnos directamente al mirador de Can Puigventós sufriendo, eso sí, la dureza de las rampas de esta bonita zona; en el mirador hemos parado.
Aquí vemos a Miguel (ón) accediendo al mirador de Can Puigventós
por una durísima rampa en un paisaje de ensueño
El mirador del Puigventós
En la bajada del Puigventós Miguel (ón), que había tenido que salir de casa más deprisa de lo habitual al habérsele pegado las sábanas y sin pasar previamente por el excusado, ha visto como las tripas empezaban a hacerse sonar; el hombre ha aguantado todo lo que ha podido, aunque un poco antes de llegar a la carretera de Manresa ha dicho ¡basta! y ni corto ni perezoso ha querido dejar un fiel testimonio de su paso por esta zona en forma de bonito churuzo que el campo seguro que ha agradecido; eso nos ha vuelto a retrasar un poco, aunque nuestro ritmo seguía siendo alto; al poco tiempo hemos llegado a la Puda, ahora ya con muy poca agua, aunque tampoco ha supuesto mayor dificultad; habíamos decidido parar en Monistrol para llenar nuestros bidones, pero ¡mira por dónde! que en el camino del río, poco antes de llegar a esta localidad, hemos encontrado una fuente en la que nos hemos aprovisionados de agua, continuando nuestro itinerario hasta el inicio de la subida a Montserrat, sin más paradas; hemos llegado a Monistrol poco después de las 10:30 horas, en 3:21 horas de pedaleo, a una media de 14:00 km/h y habiendo parado casi una hora, la mayor parte debido a los apretones de Miguel (ón); el Garmin no miente.
Los datos al llegar a Monistrol
Poco antes de abandonar Monistrol, a la altura de la estación del cremallera, hemos vuelto a perder tiempo hasta dar con nuestra ruta; incomprensiblemente nos hemos perdido a escasamente unos metros de la estación; nos ha dado igual; en cuanto hemos podido, hemos dejado la pista de asfalto para tomar la de tierra que se dirige a Montserrat; ahora ya no había posibilidad de que nos volviéramos a perder; extrañamente nos encontrábamos en un estado de forma fabuloso, sin muestras de cansancio; cuando uno participa en la Travessa Sant Joan Despí-Montserrat, sabe perfectamente que en este punto, justo a la altura del cementerio de Monistrol, es donde comienza el calvario; nosotros nos hemos librado; la temperatura en estos momentos era la ideal, ya que no hacía excesiva calor; hemos ido superando las primeras rampas sin demasiada dificultad; en la Font de la Dona Morta hemos vuelto a parar para volver a llenar los bidones.
En la Font de la Dona Morta
Tras superar esta zona hemos comenzado a sufrir la calor; menos mal que lo más duro casi lo habíamos pasado ya, a pesar de que aún nos quedaban las fuertes rampas que encontramos al cruzar la riera seca y pedregosa que encontramos junto a la propia fuente y las que hallamos un poco antes de llegar a la carretera asfaltada que conduce a la urbanización de La Calzina; el sol, ahora sí, apretaba de lo lindo; nosotros hemos continuado con dirección a la urbanización de San Cristóbal, por asfalto y casi siempre bajando; al llegar a esta urbanización nos hemos desviado ya con rumbo al parque natural de Montserrat, sabiendo que salvo la dura y larga subida antes de llegar a la masía de Can Martorell, el resto del terreno era ya muy llevadero; justo un poco antes de llegar a esta masía hemos vuelto a parar; la calor era ya inaguantable.
Aquí estamos poco antes de llegar a la masía
de Can Martorell; la procesión iba por dentro
Ahora ya sí que podíamos decir que lo teníamos hecho, pero no porque el terreno que nos quedaba aún hasta llegar a Santa Cecilia fuera fácil, sino porque nos encontrábamos muy bien; un servidor, que ha participado ya varias veces en la Travessa Sant Joan Despì-Montserrat, ha visto cómo en el tramo que nos quedaba a nosotros, unos 4-5 km con una pendiente inferior al 3%, caían en las cunetas sin parar y retorcidos de dolor bíker tras bíker; nosotros nos hemos librado; y no solo eso, sino que incluso hemos puesto un ritmo muy alto; Miguel (ón) empieza ahora a recoger los frutos de las numerosas y duras salidas que últimamente está realizando, además de por la pérdida de unos 10 kilos de peso en los últimos 3 meses; desde luego está mejor que nunca; nuestra intención era parar en el bar que hay justo al llegar al monasterio de Santa Cecilia para tomarnos algo fresco; nos hemos quedado con las ganas al estar cerrado; lo único que hemos podido hacer han sido unas fotos.
En Santa Cecilia, el final
de nuestro primer destino
Pues sí, habíamos llegado ya a nuestro primer destino; justo a las 12:27 horas, con un tiempo de pedaleo de solo 4:42 horas en 62,2 km, a una media de 13,2 km/h; no estaba nada mal; yo había previsto que hasta llegar a Santa Cecilia nos pudiéramos haber parado poco más de una hora, por lo que habiendo salido a las 6:00 deberíamos haber llegado como mucho a las 12:00; nos faltaban 30 minutos; precisamente el tiempo que Miguel (ón) estuvo jiñando, así que ¡todos contentos!
Los datos en Santa Cecilia
Hemos dicho que habíamos terminado, pero la cuestión es que hasta llegar a casa aún nos quedaban más de 40 km; por eso no hemos estado en Santa Cecilia más que el tiempo estrictamente necesario, ya que enseguida nos hemos lanzado a tumba abierta hasta Monistrol, ahora ya por carretera asfaltada y en interminable bajada, disfrutando como locos; tan solo nos hemos vuelto a parar en la Font dels Monjos para volver a llenar los bidones; yo tan solo llevaba uno, pero Miguel (ón) los llenaba de dos en dos; no los hemos contado, pero seguro que se ha bebido por lo menos ¡20 bidones!; sí, sí ... así como suena; y es que a estas horas la calor era impresionante; nos hemos vuelto a quedar sin agua poco antes de llegar a Olesa de Montserrat; estábamos ya muy agotados; justo en esta localidad un servidor ha entrado en un supermercado y he comprado dos litros de zumo y ... ¡¡¡media sandia!!!; nos la hemos zampado en pocos minutos a bocado limpio, sin cuchillo ni nada; y ello ha obrado un milagro, ya que poco después hemos vuelto a la vida, iniciando el regreso a Molins de Rei, siempre por carretera, a un ritmo como si nos estuviera persiguiendo el mismo Demontre; hemos llegado enseguida, sin ningún contratiempo y más contentos que unas castañuelas, poniendo así fin a esta dura, pero al mismo tiempo maravillosa salida; seguramente mañana-domingo no nos moverán ni con una grúa.
Datos técnicos:
Trayecto 127
28-06-2014
"Molins-Montserrat-Molins"
(itinerario de la Travessa Sant Joan Despí-Montserrat de 2010, regresando por carretera)
Duración: desde las 6:15 a las 14:30 horas
Climatología: cielo algo tapado; calor; humedad
Terreno: seco; en perfectas condiciones
Distancia: 102,94 km a una media de 16,4 km/h
Altitud acumulada: 2.040,03 m
Grupo:
Miguel (ón) y un servidor
Crónica:
Esta era la salida que Miguel (ón) y yo habíamos previsto para mañana-domingo; lo habíamos hablado durante la semana y un servidor, conociendo la dureza de la misma, había decidido no decir nada hasta bien avanzada la semana para que la gente no supiera muy bien en donde se estaban metiendo; en el comunicado vía "guasa" tan solo pusimos como requisito imprescindible para participar que se hubiera hecho testamento; para por si acaso; jeje; tan solo Natasha mostró su conformidad sin saber de qué se trataba; el resto de la gente, temiendo una encerrona, no decían ni pío; cuando a mediados de la semana desvelamos ya el recorrido, el que más y el que menos salió por peteneras, buscando mil y una excusas para no venir, por lo que no tuvimos otra solución que suspender la etapa hasta nueva orden; jeje; pero la cosa no iba a quedar así; si no se podía hacer el domingo, ¿qué nos impedía hacerla el sábado?; a finales de la semana envié otra "guasa" anunciando mi intención de realizarla el sábado, incluso en solitario, por si alguno quería apuntarse, y sabiendo de antemano que Miguel (ón) no dejaría pasar la oportunidad dado su fenomenal estado de forma y sus ansias por salir; y efectivamente así ha sido; quedamos en salir a las 6:00 de la mañana del sábado para aprovechar la fresca, aunque finalmente hemos tenido que salir quince minutos más tarde al habérsele pegado las sábanas a nuestro amigo; jeje; daba igual, aunque eso significaba que deberíamos apretar un poco más; ¡vaya tela!; hemos impuesto un ritmo alegre, aunque al mismo tiempo conscientes de que debíamos reservarnos, ya que conocíamos que la clave para poder realizar esta dura salida sin contratiempos era llegar a Monistrol enteros; lo que ocurre es que la salida hasta llegar a Monistrol es dura; es muy dura.
El itinerario ha coincidido con el recorrido de la Travessa Sant Joan Despí-Montserrat de 2010; nuestra primera dificultad se ha presentado al llegar a la zona del Pla del Canyet en Sant Andreu de la Barca, en donde hemos tenido que superar la primera dificultad de la jornada: una rampa de consideración que nos ha reanimado antes de llegar al Polígono Industrial de Santa Rita en Castellbisbal; tras pasar por aquí, nos hemos enfrentado a la tremebunda rampa de gravilla de Can Galí, hoy especialmente dura al encontrarse más blanda que de costumbre, lo que nos ha obligado a bajarnos de la bici, ya que era totalmente imposible ir encima; enseguida hemos llegado a Castellbisbal sabiendo que al poco tiempo deberíamos enfrentarnos con la descomunal rampa que conocemos como La Pista; nos daba un poco de miedo ya que no sabíamos en qué condiciones se encontraría, aunque cuando hemos llegado, tras cruzar el Torrent de Pegueres, enseguida nos hemos percatado de que se encontraba en unas condiciones inmejorables; hemos subido sin grandes agobios, pese a su impresionante dureza, con porcentajes superiores al 20%; eso nos ha dado paso para alcanzar la urbanización de Can Santeugini, llegando a la conocida carretera de las _utas; hemos continuado por ella durante unos minutos evitando dar el rodeo por la zona de Can Nicolau, en donde debíamos pasar por algunas masías cuyos accesos presumiblemente estarían cortados, además de contar con perros guardianes; por eso hemos continuado brevemente por la propia carretera hasta desviarnos poco más tarde con rumbo a Ullastrell por la bonita zona de la Sierra de l'Ametller; aquí hemos tenido algunas dificultades debido a que nos hemos encontrado con una puerta cerrada que nos impedía el paso, por lo que hemos tenido que dar un rodeo campo a través, perdiendo un tiempo precioso; tras pasar por las inmediaciones de Ullastrell, hemos llegado a otra zona que también nos preocupaba, la Riera del Molí, ya que no sabíamos si tras las últimas lluvias podríamos pasar por allí; pero sí, el terreno era ciclable; tras cruzar la riera, enseguida hemos tenido que sortear como hemos podido las durísimas rampas que nos han ido acercando, poco a poco, a nuestro principal destino en esta primera fase: el Puigventós; antes de eso hemos cruzado las urbanizaciones de Oasi y Ribes Blaves, llegando a la carretera de Olesa, la B120, que hemos cruzado para comenzar a subir las primeras rampas del Puigventós; pese a su extrema dureza, las hemos superado sin grandes agobios, evitando el rodeo que nos hicieron dar en la Travessa de 2012 al bordear la montaña por la zona no ciclable que transcurre cerca de la ermita de Sant Pere Sacarma; en esta ocasión, como ya estaba previsto, hemos girado a la izquierda para dirigirnos directamente al mirador de Can Puigventós sufriendo, eso sí, la dureza de las rampas de esta bonita zona; en el mirador hemos parado.
Aquí vemos a Miguel (ón) accediendo al mirador de Can Puigventós
por una durísima rampa en un paisaje de ensueño
El mirador del Puigventós
En la bajada del Puigventós Miguel (ón), que había tenido que salir de casa más deprisa de lo habitual al habérsele pegado las sábanas y sin pasar previamente por el excusado, ha visto como las tripas empezaban a hacerse sonar; el hombre ha aguantado todo lo que ha podido, aunque un poco antes de llegar a la carretera de Manresa ha dicho ¡basta! y ni corto ni perezoso ha querido dejar un fiel testimonio de su paso por esta zona en forma de bonito churuzo que el campo seguro que ha agradecido; eso nos ha vuelto a retrasar un poco, aunque nuestro ritmo seguía siendo alto; al poco tiempo hemos llegado a la Puda, ahora ya con muy poca agua, aunque tampoco ha supuesto mayor dificultad; habíamos decidido parar en Monistrol para llenar nuestros bidones, pero ¡mira por dónde! que en el camino del río, poco antes de llegar a esta localidad, hemos encontrado una fuente en la que nos hemos aprovisionados de agua, continuando nuestro itinerario hasta el inicio de la subida a Montserrat, sin más paradas; hemos llegado a Monistrol poco después de las 10:30 horas, en 3:21 horas de pedaleo, a una media de 14:00 km/h y habiendo parado casi una hora, la mayor parte debido a los apretones de Miguel (ón); el Garmin no miente.
Los datos al llegar a Monistrol
Poco antes de abandonar Monistrol, a la altura de la estación del cremallera, hemos vuelto a perder tiempo hasta dar con nuestra ruta; incomprensiblemente nos hemos perdido a escasamente unos metros de la estación; nos ha dado igual; en cuanto hemos podido, hemos dejado la pista de asfalto para tomar la de tierra que se dirige a Montserrat; ahora ya no había posibilidad de que nos volviéramos a perder; extrañamente nos encontrábamos en un estado de forma fabuloso, sin muestras de cansancio; cuando uno participa en la Travessa Sant Joan Despí-Montserrat, sabe perfectamente que en este punto, justo a la altura del cementerio de Monistrol, es donde comienza el calvario; nosotros nos hemos librado; la temperatura en estos momentos era la ideal, ya que no hacía excesiva calor; hemos ido superando las primeras rampas sin demasiada dificultad; en la Font de la Dona Morta hemos vuelto a parar para volver a llenar los bidones.
En la Font de la Dona Morta
Tras superar esta zona hemos comenzado a sufrir la calor; menos mal que lo más duro casi lo habíamos pasado ya, a pesar de que aún nos quedaban las fuertes rampas que encontramos al cruzar la riera seca y pedregosa que encontramos junto a la propia fuente y las que hallamos un poco antes de llegar a la carretera asfaltada que conduce a la urbanización de La Calzina; el sol, ahora sí, apretaba de lo lindo; nosotros hemos continuado con dirección a la urbanización de San Cristóbal, por asfalto y casi siempre bajando; al llegar a esta urbanización nos hemos desviado ya con rumbo al parque natural de Montserrat, sabiendo que salvo la dura y larga subida antes de llegar a la masía de Can Martorell, el resto del terreno era ya muy llevadero; justo un poco antes de llegar a esta masía hemos vuelto a parar; la calor era ya inaguantable.
Aquí estamos poco antes de llegar a la masía
de Can Martorell; la procesión iba por dentro
Ahora ya sí que podíamos decir que lo teníamos hecho, pero no porque el terreno que nos quedaba aún hasta llegar a Santa Cecilia fuera fácil, sino porque nos encontrábamos muy bien; un servidor, que ha participado ya varias veces en la Travessa Sant Joan Despì-Montserrat, ha visto cómo en el tramo que nos quedaba a nosotros, unos 4-5 km con una pendiente inferior al 3%, caían en las cunetas sin parar y retorcidos de dolor bíker tras bíker; nosotros nos hemos librado; y no solo eso, sino que incluso hemos puesto un ritmo muy alto; Miguel (ón) empieza ahora a recoger los frutos de las numerosas y duras salidas que últimamente está realizando, además de por la pérdida de unos 10 kilos de peso en los últimos 3 meses; desde luego está mejor que nunca; nuestra intención era parar en el bar que hay justo al llegar al monasterio de Santa Cecilia para tomarnos algo fresco; nos hemos quedado con las ganas al estar cerrado; lo único que hemos podido hacer han sido unas fotos.
En Santa Cecilia, el final
de nuestro primer destino
Pues sí, habíamos llegado ya a nuestro primer destino; justo a las 12:27 horas, con un tiempo de pedaleo de solo 4:42 horas en 62,2 km, a una media de 13,2 km/h; no estaba nada mal; yo había previsto que hasta llegar a Santa Cecilia nos pudiéramos haber parado poco más de una hora, por lo que habiendo salido a las 6:00 deberíamos haber llegado como mucho a las 12:00; nos faltaban 30 minutos; precisamente el tiempo que Miguel (ón) estuvo jiñando, así que ¡todos contentos!
Los datos en Santa Cecilia
Hemos dicho que habíamos terminado, pero la cuestión es que hasta llegar a casa aún nos quedaban más de 40 km; por eso no hemos estado en Santa Cecilia más que el tiempo estrictamente necesario, ya que enseguida nos hemos lanzado a tumba abierta hasta Monistrol, ahora ya por carretera asfaltada y en interminable bajada, disfrutando como locos; tan solo nos hemos vuelto a parar en la Font dels Monjos para volver a llenar los bidones; yo tan solo llevaba uno, pero Miguel (ón) los llenaba de dos en dos; no los hemos contado, pero seguro que se ha bebido por lo menos ¡20 bidones!; sí, sí ... así como suena; y es que a estas horas la calor era impresionante; nos hemos vuelto a quedar sin agua poco antes de llegar a Olesa de Montserrat; estábamos ya muy agotados; justo en esta localidad un servidor ha entrado en un supermercado y he comprado dos litros de zumo y ... ¡¡¡media sandia!!!; nos la hemos zampado en pocos minutos a bocado limpio, sin cuchillo ni nada; y ello ha obrado un milagro, ya que poco después hemos vuelto a la vida, iniciando el regreso a Molins de Rei, siempre por carretera, a un ritmo como si nos estuviera persiguiendo el mismo Demontre; hemos llegado enseguida, sin ningún contratiempo y más contentos que unas castañuelas, poniendo así fin a esta dura, pero al mismo tiempo maravillosa salida; seguramente mañana-domingo no nos moverán ni con una grúa.
Datos técnicos:
La etapa es de sobras conocida, ya que coincide íntegramente con el itinerario de la Travessa Sant Joan Despí-Montserrat de 2010, con algunas pequeñas variantes; en esta ocasión, claro está, la hemos iniciado en Molins de Rei, continuando por la pista paralela al río, hasta llegar a las inmediaciones de El Papiol, en donde nos hemos desviado en el Pla del Colomer para dirigirnos hacia Sant Andreu de la Barca, primero, y Castellbisbal después, por la zona de El Canyet y el Polígono Industrial de Santa Rita, subiendo seguidamente la impresionante rampa próxima a Can Galí que nos ha dado paso a la pista de toda la vida que se dirige a Castellbisbal, cogiendo brevemente la carretera hasta desviarnos en el Turó de la Gineua con dirección a la subida de La Pista, tras la bonita trialera que conocemos de toda la vida y la pista de bajada que comunica con La Pista, que comenzaremos a subir tras cruzar el Torrent de Pegueres; llegaremos a continuación a la zona de la Urbanización de Can Santeugini, aunque en esta ocasión no entraremos en el casco urbano, sino que tomaremos rápidamente la carretera bordeando la zona de Can Nicolau de Dalt y Can Ametller, en la Sierra de l'Ametller, girando por la carretera a la derecha y llegando, como siempre a Ullastrell, y más concretamente al cementerio; aquí comenzaremos a bajar hasta llegar a la Riera del Molí, por la cual nos desplazaremos durante unos instantes hasta desviarnos por la tremenda rampa de la zona de Can Ribes, pasando a continuación por las zonas urbanas de las Urbanizaciones de San Miquel, Oasi y las Ribes Blavas antes de cruzar la carretera de Vacarisses y comenzar a subir las rampas próximas al Puigventós, desviándonos una vez llegamos arriba girando a la izquierda con dirección al mirador de Can Puigventós; a partir de aquel comenzaremos ya a bajar con dirección a Olesa de Montserrat, llegando a la carretera de Monistrol-Menresa por el sitio de costumbre, y dirigiéndonos por élla hacia La Puda, que como siempre superaremos sin gran dificultad hasta enlazar con la pista paralela al río que nos dejará ya en Monistrol; desde aquí nos encaminaremos hacia Santa Cecilia, siempre por el camino clásico de toda la vida, cruzando el río seco en la Font de la Dona Morta con dirección a la Urbanización de La Calzina, cogiendo más tarde la carretera BV1122 durante unos cuántos kilómetros, muchos de ellos de bajada, hasta desviarnos a la izquierda por la Urbanización de Sant Cristòfol, por la cual nos adentraremos ya en la Parque Natural del Macizo de Montserrat, yendo siempre por pistas anchas siempre con tendencia de subida, al principio con un desnivel apreciable, y llegando así al Monasterio de San Cecilia, desde donde iniciaremos el regreso a Molins de Rei por la carretera que conduce nuevamente a Monistrol, que cogeremos en el cruce del parking de Montserrat; desde Monistrol pondremos rumbo a Olesa de Montserrat por la carretera C1411,enlazando luego con la carretera BV1201 que nos llevará a Martorell, desde donde nos dirigiremos ya a Molins de Rei por la carretera N-II pasando previamente por Sant Andreu de la Barca y Pallejá, con lo cual pondremos fin a esta durísima etapa.
La orografía de la etapa
Lo hemos dicho muchas veces, la Travessa Sant Joan Despí-Montserrat es una de las pedaladas más duras que podamos hacer; sus más de 2.000 metros de altitud en escasamente 70 km y un índice I.B.P. de 170 lo dicen todos; a todo ello, en este caso deberemos sumar el camino de vuelta de otros 40 km que, aunque con clara tendencia descendentes, cansan lo suyo; la etapa podemos dividirla en tres partes; una, desde Molins de Rei a Monistrol, de unos 46 km, en donde encontramos espeluznantes rampas, como la Pista en Castellbisbal o las de Ullastrell o el Puig Ventós; dos, desde Monistrol a Santa Cecilia (Montserrat); si no fuera porque cuando llegamos a Monistrol llevamos ya 46 durísimos kilómetros, este segundo tramo no sería muy duro, pese a que encontramos algunas rampas de consideración, como las anteriores y posteriores a la Font de la Dona Morta; lo que ocurre es que los primeros 46 kilómetros nos pasarán factura de forma inexorable, haciendo que el acceso al Monasterio de Santa Cecilia, que en otras circunstancias constituiría un bonito paseo para nosotros, se convierta en un verdadero infierno; y tres, desde Santa Cecilia a Molins de Rei, un tramo de otros 40 km aproximadamente, de clara tendencia descendente pero que, debido al cansancio acumulado, se hará interminable.
El itinerario de la etapa
Índice I.B.P. 170 (dureza extrema)
Salva ya estas preparando la Montserratina esto es ser precavido haber si este año coincidimos en la marcha del pueblo,buen recorrido y con buenos tiempos pero como digo siempre si no se disfruta los tiempos no sirven para nada, esta cerca el dia 27 donde espero que pasemos un buen rato y nuestra amistad sea cada vez fuerte.
ResponderEliminarUn abrazo amigo
No, Joan, la salida no era para preparar la Montserratina, aunque ya puestos; jeje; el día 27 nos veremos; seguro que lo pasaremos bien; un abrazo
Eliminarhay esta la vieja guardia de los siberianos...pedazo preparacion como dices para la monserratina.
ResponderEliminaren el km 56 veo una bofetada que es de las que me molan,pedazo rampon del quince...te tiene que dejar seco,vamos que se te saltan los ojos de las cuencas jajajajajajaja.
un abrazo a los dos.
Jajaja;la intención no era preparar la Montserratina (la Travessa Sant Joan Despí-Montserrat, ya que la Montserratina es una concentración de flacas en el monasterio, con bendición incluida), sino pasarlo bien, y lo hemos conseguido con creces, pese a que la etapa ha sido muy dura, aunque que te voy a contar a tí; jejeje; un abrazo, Maiden.
EliminarVamos por partes. El día 27 efectivamente nos vemos! que ya tengo ganas. Cuando era pequeño íbamos con mis padres a un terreno que teníamos con casa y todo y mi padre decía que iba de vez en cuando a la oficina... me resultaba extraño puesto que llevaba un rollo de papel higiénico. Lo que no se es si el amigo Miguelón en este caso iba preparado o ha utilizado una hoja o pedrolo para asearse... jaja. Una cosa está clara, el campo ha sido abonado fehacientemente. Sandia a bocados y zumo por doquier... eso ha entrado de muerte y mucho más con el calor que pega a algunas horas. Madre del amor hermoso, ya os imagino comiendo sandia... Y en cuanto a la ruta pues menudos números, de pata negra, si señor, me quito el sombrero. Grande Salva y compañía, como siempre!
ResponderEliminarEfectivamente, Manolo, el día 27 nos veremos, aunque ese día no tendrás oportunidad de bajar trialeras, que te conste; jajaja; en cuanto a la última salida, si que es verdad que a Miguelón le dio un apretón y tuvo que ponerse a descargar a media salida; yo intenté previamente instruirle de las propiedades de un buen canto rodado en estas circunstancias, aunque no se muy bien si llegó a entenderme; desde luego hojas habían muchas; y sí, lo de la sandía fue milagroso; volvimos a la vida en un santiamén, así que ya lo sabes, Manolo, a partir de ahora en tus salidas llévate una sandía en la mochila; jajaja; un abrazo, amigo, y hasta el día 27.
EliminarPues precisamente una sadía no es lo que mejor venga para los apretones jajaja, pobre Miguelón, y a todo esto le metes esos 2000m dv+ en 70 km!! y ya acabas de cargrate a cualquiera máquina jajaja. Se nota que estas en el pico mas alto de tu estado de forma como asi se puede apreciar con estos rutones.
ResponderEliminarTráete a Miguel ón el 27 para que me cuente los tutes que le metes jejejej. un abrazo amigo Salvador.
Ojalá Miguel (ón) pudiera venir con nosotros, José, pero él está ahora en la primera fase por la que hemos pasado los carreteros: "por carretera no, que es muy peligroso"; jeje; en fin, nos vemos el 27; un abrazo.
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